INTRODUCCIÓN
La asignatura de música en nuestra institución está diseñada como un proceso progresivo y vivencial que acompaña el desarrollo artístico de los estudiantes. A través de experiencias activas y significativas, se busca despertar la sensibilidad musical, fortalecer la expresión corporal y vocal y promover la apreciación por el arte sonoro como medio de comunicación y creatividad.
En preescolar, los niños y niñas exploran el mundo del sonido mediante el uso de la voz, la percusión corporal y la percusión menor, favoreciendo el sentido rítmico, la coordinación y la expresión espontánea. En los grados de primaria, se introduce de manera gradual la gramática musical, permitiendo que los estudiantes comprendan y apliquen los elementos básicos del lenguaje musical. Además, se integran instrumentos como la flauta dulce y el instrumental Orff, lo que enriquece su capacidad de interpretación y trabajo en conjunto, así como la coordinación y el ritmo.
En la secundaria, los estudiantes amplían su formación musical realizando acompañamientos armónicos con la guitarra, profundizando en la interpretación instrumental, el reconocimiento de acordes. Como complemento a este proceso, se ofrece una lúdica semanal de coro y guitarra abierta a quienes deseen fortalecer sus habilidades musicales, compartir con otros compañeros y disfrutar de un espacio artístico colaborativo.
Esta propuesta educativa busca que cada estudiante viva la música no solo como una asignatura, sino como una experiencia que nutre su desarrollo personal, su sensibilidad y su relación con el entorno cultural.
Incorporar la música como asignatura desde preescolar hasta séptimo grado, responde a la necesidad de ofrecer una formación integral que atienda tanto el desarrollo cognitivo como el emocional y social de nuestros estudiantes. La práctica musical estimula la atención, la memoria, la coordinación motriz y la capacidad de escucha, al tiempo que abre caminos para la expresión personal, la imaginación y el sentido de pertenencia a la comunidad.
Además, la música favorece el aprendizaje transversal al relacionarse con otras áreas del conocimiento, como el lenguaje, las matemáticas, la educación física, entre otras. Su enseñanza estructurada, progresiva y significativa fortalece competencias esenciales como la creatividad, la comunicación, la disciplina y el trabajo en equipo. A través de la música, los niños y niñas descubren no solo sonidos y ritmos, sino también valores, emociones y realidades culturales diversas, lo que, a futuro, trae consigo consecuencias positivas.
En este sentido, la asignatura de música no solo enriquece la vida escolar, sino que también contribuye a formar ciudadanos sensibles, empáticos y conscientes de su entorno, capaces de construir desde el arte una sociedad más humana y armoniosa.
Trabajo con la flauta dulce
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Lúdica de guitarra
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